Hoy los activos financieros colombianos se cotizan al 79% del precio que se registró a finales del año pasado. Una posible recesión mundial en 2023 y la incertidumbre local encienden las alarmas.
“Que la tasa de cambio se haya depreciado hasta bordear los US$5.000 es apenas la punta del iceberg de lo acontecido en las últimas semanas”. Esa es una de las conclusiones del Grupo de Investigaciones Económicas de Bancolombia, que, en un informe revelado este miércoles, muestra cómo los activos colombianos han sufrido un castigo mayor frente a las economías emergentes o incluso las de América Latina.
El informe detalla que en los primeros meses del año se dio una estabilidad, pese a que luego los activos emergentes fueron afectados de forma significativa por el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania. No obstante, Colombia y América Latina resultaron beneficiados, debido a su lejanía del conflicto y al incremento en el precio de las materias primas que este propició.
Gracias al peso del petróleo y el carbón en la oferta exportadora, Colombia, dice el documento, experimentó un mejor comportamiento que el de la región, lo cual predominó durante el resto del primer semestre.
Pero el panorama se puso oscuro a partir de la segunda vuelta presidencial cuando ganó el hoy presidente de la República, Gustavo Petro. El documento detalla que eso representó un punto de inflexión a esa tendencia del primer semestre, ya que los activos locales empezaron a negociarse a un precio promedio inferior al del resto de América Latina y, días después, también por debajo del agregado de los emergentes.
“La diferencia en contra de nuestro país se mantuvo casi en los mismos niveles hasta la posesión del nuevo gobierno. Desde ese momento hasta ahora la brecha se ha ampliado, y este fenómeno se ha acentuado en lo corrido de este mes”, destaca el informe.
Como resultado de esa depreciación, hoy los activos financieros colombianos se cotizan al 79% del precio que se registró a finales de 2021, por debajo del 85% que corresponde a los países emergentes y el 90% que exhibe América Latina ( ver gráfico).
Al ver el impacto de la devaluación del peso colombiano, Bancolombia destaca que este mal momento se extiende también a otros instrumentos. Dicen que hasta finales de la semana anterior las desvalorizaciones de la deuda soberana local fueron mucho más pronunciadas que en el resto de la región y el mundo en desarrollo.
“Esto es especialmente inquietante, ya que este segmento del mercado se ha consolidado como la mayor fuente de financiamiento del Gobierno Nacional en los últimos años. Por su parte, la deuda en moneda extranjera tanto soberana como corporativa también ha tenido retornos negativos más pronunciados que los de los referentes regionales y mundiales”, detallan.
En este análisis de los activos colombianos también se ve que con las pérdidas de dos dígitos que se han visto las acciones locales, se ha ido en contravía de la tendencia prevaleciente en América Latina.
De acuerdo con Bancolombia, aunque la tendencia predominante a lo largo de este segundo semestre es de desvalorización generalizada los mercados financieros a causa de la situación macroeconómica, Colombia ostenta rápidamente ha pasado a terreno negativo, impulsado por la incertidumbre interna.
Para nadie es un secreto que con la subida de tasas del Banco de la República, el nuevo financiamiento para las empresas y los hogares se ha tornado más escaso y costoso e incluso permanecerá así a lo largo de 2023.
Sin embargo, dice el estudio, el agente que se vería más afectado por las condiciones más restrictivas será el Gobierno Nacional, que tendrá en los siguientes años unas necesidades de fondeo” sustanciales”. La razón: en los próximos años habrá altas amortizaciones y un pago de intereses mayor al previsto hasta hace poco tiempo.
Es decir que si la situación continúa de la misma forma en los mercados financieros o se intensifica, el Gobierno tendría poca margen de maniobra, pues se limitaría la capacidad de la Nación para conseguir en estos mercados los más de $160 billones en recursos de crédito que estima Bancolombia se podrían requerir en cada uno de los siguientes cuatro años.
“Por esta razón, es vital que la situación actual pueda revertirse rápidamente, a través de señales contundentes que reduzcan la incertidumbre y generen confianza en que la economía colombiana transitará las turbulencias actuales de forma responsable”, concluye el documento.
Fuente: https://forbes.co/2022/10/26/economia-y-finanzas/por-que-un-dolar-a-casi-5-000-es-apenas-la-punta-del-iceberg-de-lo-que-pasa-con-los-activos-colombianos